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Robert F. Kennedy Jr.: "La agenda de vacunación dictatorial y globalista de Bill Gates"
Robert F. Kennedy y su organización trabajan incansablemente en el frente de la información sobre las vacunas:
“En 2017 la OMS se vio obligada a admitir que las peores epidemias de polio a nivel mundial se habían desatado a raíz de las vacunaciones; (…) el 70 % de las vacunas provienen de Gates. (…) otras campañas masivas de vacunación produjeron esterilidad… Gates ha elogiado abiertamente la reducción de la población mediante la vacunas… Y ahora quiere forzar la vacunación contra el coronavirus a nivel mundial…”.[seguir leyendo]
Robert F. Kennedy jr., un importante referente y defensor del medio ambiente, es el fundador de Children’s Health Defense, una organización enfocada a la salud infantil a nivel mundial, cuya misión es -sobre todo- erradicar mediante estrategias especiales las epidemias de enfermedades infantiles. Por parte de su organización se han tomado medidas de protección realmente eficaces y ha pedido cuentas a los responsables de errores relativos a la salud. Robert Kennedy trabaja incansablemente, en este sentido, en el frente de explicar el tema de las vacunas, tal como ustedes mismos podrán escuchar en el resumen de su exposición, en la que analiza con lupa y critica la agenda global de vacunación de Bill Gates.Para Bill Gates las vacunas son una variante estratégica de filantropía que alimenta sus numerosos negocios relacionados con las vacunas. Esto incluye el esfuerzo de Microsoft para controlar un proyecto mundial de vacunación ID, lo que le permitiría el control dictatorial sobre la política sanitaria global. El emperramiento de Gates por las vacunas parece estar impulsado por la convicción de salvar al mundo con la tecnología. Gates ha prometido 450 de los 1.200 millones de dólares necesarios para la erradicación de la polio infantil. También se ha hecho con el control del Grupo Asesor Técnico de la India para la Inmunización, debido a la maraña de programas de inmunización de niños que solapaban, se llegó a inocular obligatoriamente hasta ¡50 dosis! de vacunas contra la polio antes de los cinco años de vida.
Entonces los médicos indios culparon a la campaña de Gates por una epidemia que se desató como consecuencia de esa campaña. La vacunación contra la polio no había producido ningún caso de esta enfermedad, pero -como consecuencia de ella- entre 2000 y 2017 enfermaron más de 490.000 niños de parálisis flácida aguda (NPAFP, por sus siglas en inglés). En 2017 el gobierno indio rechazó el programa de vacunación de Gates y le exigió que abandonara La India junto con su política de vacunación. Desde entonces los indicadores de NPAFP han descendido rápidamente.
En 2017 la OMS se vio obligada a reconocer que el enorme incremento de casos de polio a nivel mundial tenía su origen en la vacunación. Las terribles epidemias del Congo, Filipinas y Afganistán tienen relación con las vacunas. Hasta 2018 el 70 % de los casos de polio a nivel mundial se debieron a las vacunas de Gates (¡!).
En 2014 la fundación Gates financió pruebas experimentales de la vacuna contra el papiloma humano (HPV, por sus siglas en inglés), desarrollada por GSK (GlaxoSmithKline) y Merck y se inocularon dosis en 23.000 chicas de determinadas provincias de La India. Posteriormente unas 1.200 de esas chicas padecieron graves efectos secundarios, entre otros, problemas de autoinmunización y de fertilidad. Siete chicas murieron. Según una investigación realizada por el gobierno indio, los investigadores financiados por Gates están acusados de profundas violaciones éticas, como: presió a las niñas vulnerables de las aldeas, acoso a los padres, falsificación de declaraciones de consentimiento y, además, negarse a dar atención médica a las niñas enfermas y afectadas por la vacuna. Este caso se encuentra ahora ante la Corte Suprema del país.
En 2010 la fundación Gates financió un ensayo experimental con una vacuna contra la malaria de GSK que mató a 151 niños africanos y produjo graves efectos secundarios como parálisis, epilepsia y convulsiones febriles. De 5049 niños inoculados se enfermaron 1048.
Durante la campaña MenAfriVac realizada por Gates en el África negra en 2002, los trabajadores de Gates inocularon a la fuerza a miles de niños africanos contra la meningitis. Como consecuencia, hasta 500 niños enfermaron de parálisis flácida. Los periódicos sudafricanos denunciaron: “Somos los conejillos de indias para los fabricantes de drogas”. El execonomista jefe de Nelson Mandela, el profesor Patrick Bond, describe esta práctica humanitaria de Gates, no solo como inmoral, sino también como improvisada y sin escrúpulos.
En 2010 Gates aportó a la OMS 10 mil millones de dólares con el mensaje: “Tenemos que hacer de esta década la década de las vacunas”. Un mes después no tuvo reparos en reconocer durante una conferencia “Ted Talk” de innovación en Monterrey (California) que las nuevas vacunas “podrían reducir la población”.
En 2014 la asociación keniata de médicos católicos culpó a la OMS de haber esterilizado químicamente contra su voluntad a millones de mujeres mediante una falsa campaña de vacunación contra el tétanos. Laboratorios independientes descubrieron que había una fórmula esterilizante en cada vacuna probada.
Después de que la OMS se apresurara a refutar las acusaciones, tuvo que admitir que se había invertido más de una década en el desarrollo de vacunas esterilizantes. Acusaciones análogas llegaron desde Tanzania, Nicaragua, Méjico y Filipinas.
El estudio Mogensen (Mogensen et.al. 2017) del año 2017 desveló que la vacunación contra difteria, tétanos y tosferina (DPT) de la OMS había matado más africanos que la propia enfermedad que pretendía erradicar. Chicas inoculadas tuvieron una tasa de muertes diez veces superior a los niños que no habían sido inoculados. La OMS se resiste a retirar del mercado la vacuna mortal que anualmente se impone a millones de niños africanos.
Representantes de entidades públicas sanitarias de todo el mundo reprochan a Gates haber influido de tal manera en la agenda de la OMS, que la desvió de los proyectos que, como puede comprobarse, sí reducían las enfermedades infecciosas: Estos son agua limpia, higiene, alimentación y desarrollo económico. La fundación Gates donó solamente 650 millones de dólares de su presupuesto de 5 mil millones de dólares para estos proyectos. Los representantes de las entidades sanitarias del mundo creen que Gates ha malgastado recursos de la OMS en sus convicciones personales, es decir, que la buena salud solo viene de la jeringuilla.
Gates impone su visión de la llamada “beneficencia” o filantropía no solo para controlar la OMS, UNICEF, la alianza por la vacunación GAVI y la fundación PATH. Además, financia una empresa farmacéutica privada que produce vacunas. También gasta 50 millones de dólares en otras 12 empresas farmacéuticas para acelerar el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus.
En su última aparición en los medios, Gates se mostró muy optimista porque la crisis del covid-19 le da en estos momentos la oportunidad de imponer su programa dictatorial no solo a niños americanos, sino a toda la población mundial.
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02.02.2021 | www.kla.tv/18049
Robert F. Kennedy jr., un importante referente y defensor del medio ambiente, es el fundador de Children’s Health Defense, una organización enfocada a la salud infantil a nivel mundial, cuya misión es -sobre todo- erradicar mediante estrategias especiales las epidemias de enfermedades infantiles. Por parte de su organización se han tomado medidas de protección realmente eficaces y ha pedido cuentas a los responsables de errores relativos a la salud. Robert Kennedy trabaja incansablemente, en este sentido, en el frente de explicar el tema de las vacunas, tal como ustedes mismos podrán escuchar en el resumen de su exposición, en la que analiza con lupa y critica la agenda global de vacunación de Bill Gates.Para Bill Gates las vacunas son una variante estratégica de filantropía que alimenta sus numerosos negocios relacionados con las vacunas. Esto incluye el esfuerzo de Microsoft para controlar un proyecto mundial de vacunación ID, lo que le permitiría el control dictatorial sobre la política sanitaria global. El emperramiento de Gates por las vacunas parece estar impulsado por la convicción de salvar al mundo con la tecnología. Gates ha prometido 450 de los 1.200 millones de dólares necesarios para la erradicación de la polio infantil. También se ha hecho con el control del Grupo Asesor Técnico de la India para la Inmunización, debido a la maraña de programas de inmunización de niños que solapaban, se llegó a inocular obligatoriamente hasta ¡50 dosis! de vacunas contra la polio antes de los cinco años de vida. Entonces los médicos indios culparon a la campaña de Gates por una epidemia que se desató como consecuencia de esa campaña. La vacunación contra la polio no había producido ningún caso de esta enfermedad, pero -como consecuencia de ella- entre 2000 y 2017 enfermaron más de 490.000 niños de parálisis flácida aguda (NPAFP, por sus siglas en inglés). En 2017 el gobierno indio rechazó el programa de vacunación de Gates y le exigió que abandonara La India junto con su política de vacunación. Desde entonces los indicadores de NPAFP han descendido rápidamente. En 2017 la OMS se vio obligada a reconocer que el enorme incremento de casos de polio a nivel mundial tenía su origen en la vacunación. Las terribles epidemias del Congo, Filipinas y Afganistán tienen relación con las vacunas. Hasta 2018 el 70 % de los casos de polio a nivel mundial se debieron a las vacunas de Gates (¡!). En 2014 la fundación Gates financió pruebas experimentales de la vacuna contra el papiloma humano (HPV, por sus siglas en inglés), desarrollada por GSK (GlaxoSmithKline) y Merck y se inocularon dosis en 23.000 chicas de determinadas provincias de La India. Posteriormente unas 1.200 de esas chicas padecieron graves efectos secundarios, entre otros, problemas de autoinmunización y de fertilidad. Siete chicas murieron. Según una investigación realizada por el gobierno indio, los investigadores financiados por Gates están acusados de profundas violaciones éticas, como: presió a las niñas vulnerables de las aldeas, acoso a los padres, falsificación de declaraciones de consentimiento y, además, negarse a dar atención médica a las niñas enfermas y afectadas por la vacuna. Este caso se encuentra ahora ante la Corte Suprema del país. En 2010 la fundación Gates financió un ensayo experimental con una vacuna contra la malaria de GSK que mató a 151 niños africanos y produjo graves efectos secundarios como parálisis, epilepsia y convulsiones febriles. De 5049 niños inoculados se enfermaron 1048. Durante la campaña MenAfriVac realizada por Gates en el África negra en 2002, los trabajadores de Gates inocularon a la fuerza a miles de niños africanos contra la meningitis. Como consecuencia, hasta 500 niños enfermaron de parálisis flácida. Los periódicos sudafricanos denunciaron: “Somos los conejillos de indias para los fabricantes de drogas”. El execonomista jefe de Nelson Mandela, el profesor Patrick Bond, describe esta práctica humanitaria de Gates, no solo como inmoral, sino también como improvisada y sin escrúpulos. En 2010 Gates aportó a la OMS 10 mil millones de dólares con el mensaje: “Tenemos que hacer de esta década la década de las vacunas”. Un mes después no tuvo reparos en reconocer durante una conferencia “Ted Talk” de innovación en Monterrey (California) que las nuevas vacunas “podrían reducir la población”. En 2014 la asociación keniata de médicos católicos culpó a la OMS de haber esterilizado químicamente contra su voluntad a millones de mujeres mediante una falsa campaña de vacunación contra el tétanos. Laboratorios independientes descubrieron que había una fórmula esterilizante en cada vacuna probada. Después de que la OMS se apresurara a refutar las acusaciones, tuvo que admitir que se había invertido más de una década en el desarrollo de vacunas esterilizantes. Acusaciones análogas llegaron desde Tanzania, Nicaragua, Méjico y Filipinas. El estudio Mogensen (Mogensen et.al. 2017) del año 2017 desveló que la vacunación contra difteria, tétanos y tosferina (DPT) de la OMS había matado más africanos que la propia enfermedad que pretendía erradicar. Chicas inoculadas tuvieron una tasa de muertes diez veces superior a los niños que no habían sido inoculados. La OMS se resiste a retirar del mercado la vacuna mortal que anualmente se impone a millones de niños africanos. Representantes de entidades públicas sanitarias de todo el mundo reprochan a Gates haber influido de tal manera en la agenda de la OMS, que la desvió de los proyectos que, como puede comprobarse, sí reducían las enfermedades infecciosas: Estos son agua limpia, higiene, alimentación y desarrollo económico. La fundación Gates donó solamente 650 millones de dólares de su presupuesto de 5 mil millones de dólares para estos proyectos. Los representantes de las entidades sanitarias del mundo creen que Gates ha malgastado recursos de la OMS en sus convicciones personales, es decir, que la buena salud solo viene de la jeringuilla. Gates impone su visión de la llamada “beneficencia” o filantropía no solo para controlar la OMS, UNICEF, la alianza por la vacunación GAVI y la fundación PATH. Además, financia una empresa farmacéutica privada que produce vacunas. También gasta 50 millones de dólares en otras 12 empresas farmacéuticas para acelerar el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus. En su última aparición en los medios, Gates se mostró muy optimista porque la crisis del covid-19 le da en estos momentos la oportunidad de imponer su programa dictatorial no solo a niños americanos, sino a toda la población mundial.
de avr; dg; hm
„© [Gates’ Globalist Vaccine Agenda: A Win-Win for Pharma and Mandatory Vaccination, 10.04.2020] Children’s Health Defense, Inc. This work is reproduced and distributed with the permission of Children’s Health Defense, Inc. Want to learn more from Children’s Health Defense? Sign up for free news and updates from Robert F. Kennedy, Jr. and the Children’s Health Defense. Your donation will help to support us in our efforts.” Mogensen et.al. 2017: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5360569/