Muchos se imaginan a un corresponsal como a una especie de historiador en tiempo real: Si en algún lugar sucede algo importante, investiga sobre el terreno con determinación e informa sobre ello. El corresponsal de prensa holandés en Oriente Medio, Joris Luyendijk, lo describe en su libro "Sobre las imágenes y las mentiras en tiempos de guerra: Visto desde la perspectiva de un corresponsal de guerra" sin embargo, como sigue: "Pero yo no fui allí para acabar en el terreno de cualquier cosa. Eso ya lo habían hecho otros. Yo sólo fui para aparecer como moderador en un lugar original y recitar las informaciones. (...) Por Fax o por Mail me llegaron entonces a casa las informaciones procedentes de las agencias, que yo adapté con mis propias palabras en la radio y escribí para un articulo en la prensa (...) Mis colegas, corresponsales en Londres, Paris, Berlín y Washington, todos quisieran decir (...), que nosotros dependemos excesivamente y de forma demasiado servil a las directrices de las agencias de prensa." Así que no puede hablarse en absoluto de supuestas investigaciones autónomas e independientes de los corresponsales (de prensa, radio y televisión). La verdad siempre sale a la luz, es sólo cuestión de tiempo. La cita siguiente del escritor alemán, Frank Thiess, da en el clavo cuando afirma: "La verdad es una planta indestructible. Puede ser enterrada en silencio bajo una roca, pero se abre paso a través de la misma de todos modos, si le ha llegado su hora." (Frank Thiess, escritor alemán).
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Muchos se imaginan a un corresponsal como a una especie de historiador en tiempo real: Si en algún lugar sucede algo importante, investiga sobre el terreno con determinación e informa sobre ello. El corresponsal de prensa holandés en Oriente Medio, Joris Luyendijk, lo describe en su libro "Sobre las imágenes y las mentiras en tiempos de guerra... [seguir leyendo]